A medida que crecemos, el tiempo pasa más rápido. Piensas en algo y te das cuenta de que hace ya casi medio mes de ello, pero parece que ha pasado menos, como si te hubieras perdido momentos, partes de ese tiempo y entonces se te hace más corto.
Lo peor es que cuando pasen unos años, el tiempo correrá más rápido todavía y no habrá nadie que lo alcance. Y te darás cuenta de que cada minuto, cada segundo cuenta, que es oro y que no debemos desperdiciarlo.
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