7 de diciembre de 2012

Dougie Poynter


Yo acababa de saber que había entrado en la banda. Era algo grande para mí, me mudé a Londres para una casa con estos chicos. La semana después de que yo me fui, mi padre se fue. Él dejo una nota en la mesa de la cocina diciendo que estaba harto de todo. No puedo explicar cómo me sentía. Pensé que era un cobarde y nos traicionó. Me sentía como si mi infancia se había ido y yo estaba completamente en shock. Lo mejor para mí fue haber ido. En parte porque necesitaba compartir, porque yo era el único hombre en la casa con una madre y una hermana más joven, era mi deber de ponerme en una posición donde podría hacerme cargo de ellos. En relación con mi padre, nunca lo vi. Lo más importante para mí era que me hizo querer ser un hombre mejor. Yo tenía 15 años en el momento, era sólo un niño. Los muchachos de la banda se convirtieron en mi modelos masculinos. Harry me enseñó a afeitarme, Tom me llevó a abrir mi primera cuenta bancaria, me mostró cómo usar una tarjeta en el cajero automático y Danny a enfrentar la vida con alegría y siempre tener la responsabilidad de ocuparse de la familia. Ellos siempre serán las que puede contar. 

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