28 de septiembre de 2012

¿Recuerdas cuando eras pequeña y tu mayor aspiración era conseguir una muñeca o un juego que habías visto y deseabas que tus padres te compraran? Aquello era fácil, cuando querías algo solo tenías que pedirlo y automáticamente lo conseguías. Pero a medida que crecemos, aspiramos a cosas más grandes y cada vez más difíciles de conseguir, y lo más importante es que tienes que trabajar duro para ello.


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